Sobre nuestro trabajo, nuestra filosofía…
Las obras son artesanía.
Son numerosas las críticas – muchas veces justificadas – sobre las actividades urbanísticas desarrolladas en nuestras comarcas (actividades especulativas y destructivas del medio ambiente, etc), sin embargo no hay que olvidar que la construcción ha sido siempre una actividad humana con una componente muy artesanal.
Pues construir ha sido siempre básicamente hacer algo con tus propias manos.
Y hacer algo con las manos es artesanía.
Una artesanía que se vuelve arquitectura, que perdura en el tiempo si es realizada con respeto y creatividad.
Obras que hacen felices a sus dueños y dan satisfacción a los que ponen su esfuerzo en su realización.
Sin embargo alcanzar este equilibrio requiere del control de todo el proceso constructivo.
Podemos ofrecer un buen servicio porque sabemos controlar estos procesos.
Somos una mezcla acertada entre la visión técnica, la práctica de la obra y el control de los procesos: siempre llegamos a los objetivos.
Todos nuestros trabajos son el fruto de una atenta valoración previa que compartimos con nuestros clientes, hasta llegar a un acuerdo sobre tiempos y costes (los presupuestos son importantísimos y les damos mucha importancia), porqué nos gusta hablar claro y ser sinceros. ¡Pensamos que las cosas hay que hacerlas bien desde el principio hasta al final!